Condromalacia rotuliana:¿Qué es y cuáles son sus causas?
La condromalacia rotuliana es una condición que afecta al cartílago de la rótula, un pequeño hueso que se encuentra en la parte delantera de la rodilla. El cartílago es un tejido liso y resbaladizo que permite que los huesos de la rodilla se muevan suavemente entre sí.
En la condromalacia rotuliana, el cartílago de la rótula se desgasta o se debilita. Esto puede causar dolor, rigidez y dificultad para mover la rodilla.
Los síntomas de la condromalacia rotuliana pueden incluir:
Dolor en la parte delantera de la rodilla, especialmente al subir escaleras, ponerse en cuclillas o saltar. El dolor puede ser agudo o sordo, y puede empeorar con el movimiento o la presión.
Rigidez en la rodilla. La rodilla puede sentirse rígida o atrapada, especialmente después de estar sentado o acostado durante un tiempo.
Sensación de chasquido o crujido en la rodilla. Este sonido puede ser causado por el cartílago desgastado que se mueve contra el hueso.
Inflamación en la rodilla. La rodilla puede estar enrojecida, hinchada y caliente al tacto.
La causa de la condromalacia rotuliana no siempre está clara. Sin embargo, se cree que puede ser causada por una combinación de factores, que incluyen:

Lesiones en la rodilla, como una torcedura o un esguince. Una lesión en la rodilla puede dañar el cartílago de la rótula.
Desequilibrio muscular, como músculos de la cadera o la rodilla débiles o tensos. Un desequilibrio muscular puede causar una alineación anormal de la rótula, lo que puede aumentar la presión sobre el cartílago.
Mala alineación de la rótula. La rótula puede estar mal alineada, lo que puede aumentar la presión sobre el cartílago.
Sobreuso de la rodilla, como en atletas o personas que realizan trabajos físicos exigentes. El uso excesivo de la rodilla puede causar desgaste del cartílago.
El diagnóstico de la condromalacia rotuliana se basa en un examen físico y en pruebas de imagen, como una radiografía o una resonancia magnética.
El examen físico puede revelar signos de dolor, rigidez e inflamación en la rodilla. El médico también puede realizar pruebas específicas para evaluar la rótula y el cartílago.
Las pruebas de imagen pueden ayudar a evaluar la gravedad de la lesión. Una radiografía puede mostrar si hay cambios en el hueso de la rótula. Una resonancia magnética puede proporcionar imágenes más detalladas del cartílago de la rótula.
En casos graves, puede ser necesaria la cirugía para reparar el cartílago de la rótula o para reemplazar la rótula.